Sinanthropus – 3B Scientific Anthropological Skull Model - Sinanthropus User Manual

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Sinanthropus

Sinanthropus pekinensis (Black 1927)
Homo erectus pekinensis (Weidenreich 1940)
Género: Homo erectus

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Reconstrucción según Weinert

El modelo se ha desarrollado a partir de un molde proveniente de la colección del Institut der
Anthropologie und Humangenetik für Biologen, Johann Wolfgang Goethe-Universität, Frankfurt am Main.

Los restos de varios cráneos del Sinanthropus fueron hallados, entre 1929 y 1936, en una cueva cerca de
Zhoukoudian, a 40km al suroeste de Pequín. A consecuencia de la guerra se perdió lamentablemente
completamente el material. Gracias a Black (1934) y sobre todo a Weidenreich (1937, 1943) disponemos de
descripiones, fotos, dibujos y reconstrucciones tan buenas, que las pérdidas no han sido tan graves, posibi-
litando además comparaciones con otros hallazgos.
Todos los cráneos tienen que ser calificados en general de largos. Con longitues de 192 a 199 mm se
superan los promedios de las medidas de las razas recientes. La anchura del cráneo (temporoparietal de
135 a 139 mm, biauricular de 143 a 151 mm, corresponde absolutamente a la del hombre moderno. La
diferencia esencial se halla en la posición de la anchura máxima, que se encuentra solamente un poco por
encima del orificio auricular, mientras que la del hombre moderno se halla en la región del hueso parietal.
La frente es mucho más estrecha que la del hombre reciente.

Todos los huesos craneales son muy macizos. En ella radica la notable diferencia entre la longitud interna
y externa del cráneo, cuya relación es de 84 a 100 (la del hombre moderno es de 92 a 100). Notables son
también los abultamientos sobre las cejas a ambos lados (Tori supraorbitales), unidos por un hueso media-
no (Torus glabellaris), formando así un hueso completo (Torus frontalis) por encima de los ojos, el cual es
separado en la parte superior del hueso parietal por un canal. En la Norma Verticalis (vista desde arriba),
el cráneo muestra fuertes estrechamientos detrás de los bordes de la fosa orbital. La frente es muy baja y
más estrecha que la del hombre moderno; la cubierta del cráneo es igualmente baja. Además, todos los
hallazgos muestran una elevación a lo largo de la sagital media. Una vista de la parte posterior del cráneo
pone en evidencia las diferencias con los hallazgos mas recientes. Las fosas orbitales están muy separadas,
y son profundas y grandes. Por el hueso cigomático plano y ancho, la cara produce la impresión de ser muy
ancha y baja.
En la robusta mandíbula inferior destaca la gran distancia entre las apófisis de las articulaciones, lo que
resulta naturalmente de la anchura exterior del cráneo a la altura del hueso cigomático. Una prominencia
de la barbilla no está todavía desarrollada. El foramen mentale está situado aproximadamente a media
altura de la mandíbula inferior.
La dentadura es muy recia. Los dientes incisivos se parecen a los del hombre moderno, sobre todo los de
la mandíbula inferior. Los dientes incisivos interiores de la mandíbula superior son relativamente grandes y
anchos (en forma de pala). Los molares con sus coronas fuertemente arrugadas son grandes y anchas. Los
colmillos de la mandíbula superior sobresalen con sus puntas de los otros dientes.
La capacidad del cráneo es de 915 a 1.250 cm

3

, en promedio 1.050 cm

3

, y con un máximo de 1.275 cm

3

. Los

datos inferiores corresponden al promedío del Homo erectus erectus (Pithecanthropus erectus, Trinil), los
superiores más o menos al antiguo Homo sapiens. Henke y Rothe (1994, páginas 400 y 402) han expuesto
una excelente caracterización morfológica del cráneo del Homo erectus.
Las denominaciones “Sinanthropus pekinensis” para los hallazgos chinos y “Pithecanthropus erectus” para
los hallazgos de Java actualmente apenas se utilizan. Las grandes concordancias morfológicas permiten
considerarlos como un único “Homo erectus”. El Homo erectus proviene, con gran probabilidad, de ante-
pasados africanos, posiblemente del Homo ergaster. Algunos científicos ven en el Homo erectus una raza
asiática pura, limítrofe con el coetáneo Homo heidelbergensis en Europa y en Africa. Actualmente no se
puede demostrar con certeza una u otra teoría, ni se intuye una certeza en el futuro.

1

Con respecto a la clasificación sistemática del hallazgo nos referimos a Henke y Rothe (1994).

Autor: Dr. sc. Arthur Windelband, Unidad Humboldt de Berlin
2004 reelaborado por el Sr. Stefan Flohr, colaborador de la Johann Wolfgang Goethe-Universität, Frankfurt
am Main

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